Estrategias para ahorrar luz mejoran la salud
|El uso de la energía eléctrica en estos últimos años ha cambiado las conductas de la población argentina merced al bajo costo, producto de subsidios del Estado Nacional y del congelamiento de las tarifas (de la gestión anterior). La gente se acostumbró, por ejemplo, a tener prendido el televisor aunque nadie lo esté mirando. También a mantener los hogares súper-refrigerados en verano y súper-calefaccionados en invierno, luces encendidas en habitaciones que no se ocupan, electrodomésticos de utilidad cuestionable (lavaplatos, secarropas en lugares de escasas lluvias), etc.
Allegados a los Gobiernos Nacional y Provincial piensan que el aumento de la energía, junto con la eliminación de los subsidios nacionales, redundará en una mejora sustancial de la salud. Admiten que luego del descontento, y pasados dos o tres años de ver aumentado el porcentaje de sueldo que deberán destinar a estos servicios, observarán una disminución sustancial en sus gastos de farmacia y en médicos. Estas son algunas de las hipótesis que manejan:
- En lugar de usar el acondicionador de aire en 18 o en 21 frigorías, lo utilizarán en 26 o solamente cuando haga más de 36 grados. “Esto disminuirá los resfríos resultantes de los cambios frío-calor que se producen en los días más tórridos del verano.” (José (54) Secretario de Comunicaciones Irrelevantes de la Provincia)
- Las luces de los dormitorios, baños, placares, churrasqueras, garajes, etc, se apagarán cuando no se usen. “Un cálculo estimativo para una vivienda promedio –aseguró- producirá que los usuarios acumulen 10 km (unos 30 metros por día) de marcha por año por los desplazamientos en sus hogares”(ídem), apremiados por el ahorro de energía.
- El consumo de la heladera también se verá disminuido. En un acuerdo entre el Ministro de Energía y Minería, Juan José Aranguren, y el Ministro de Hacienda, Alfonso Prat Gay, coordinaron dos medidas saludables: los aumentos de luz y carne. El objetivo: disminuir el consumo (récord mundial) de 60 Kg/año por habitante y mejorar los indicadores de colesterol y triglicéridos en las personas que lo tienen. Tampoco será necesario cargar bebidas gaseosas (dañinas por su alto contenido de azúcares y sales de benzoato) y alcohólicas (cirrosis, pérdida de memoria, accidentes de tránsito, inseguridad), posibilitando que los arranques de la heladera sean más espaciados (menor consumo).
Algunos especialistas en disciplinas médicas y sociales han agregado otras ventajas en la disminución o eliminación del uso de la tv:
No se debe descartar que, paralelamente a estas medidas, los aumentos del precio del boleto y las naftas causarán, a la larga, un aumento de kilómetros diarios caminados. “Esta práctica cotidiana baja los niveles de glucemia a los niveles normales.”(José (43), médico diabetólogo).
Estas medidas, que han tenido una crítica despiadada desde los grandes medios y de opositores son, en realidad, “medidas tendientes a mejorar la salud -nos dice José (54) desde su oficina-, y esperamos que la gente al final entienda que lo hacemos por su beneficio. Paralelamente a esto, hemos logrado aumentar los precios de los medicamentos (entre un 100 y un 150%) con el objeto de propiciar la prevención, al estilo cubano”, agregó.
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